Plasmar los vientos en el sentido que rigen; sin alterar sus brisas, es esa intuición sin ser negada. Más bien acogerla, coger ese momento preciso así ver el estímulo hacia el aprendizaje.
Siempre recolectando, siempre brotando el corazón … pulsos que saltan mi interior logrando surgir mi atención.
Recorro este tiempo observando la realidad; sus trazos, sus luces, sus presiones o simplemente en la pausa. La realidad no es ajena a los pliegues de mis sentidos; el universo es tanto interno como externo.